CARY GRANT, este famoso actor británico nacionalizado estadounidense, aqui en una de sus más emotivas películas, "Algo para recordar" fue un niño de la calle
viernes, 1 de abril de 2011
CHARLES CHAPLIN - EL PIBE (1 DE 5)
CHARLES CHAPLIN, este increíble actor y creador, personaje muy importante para el cine y el arte en el mundo, fue un niño de la calle
Necesito de Alguien
Necesito de alguien, que me mire a los ojos cuándo hablo.
Que escuche mis tristezas y desiertos con paciencia y aún cuándo no comprenda, respete mis sentimientos.
Necesito de alguien, que venga a luchar a mi lado sin ser llamado.
Alguien lo suficientemente amigo, cómo para decirme las verdades que no quiero oír, aún sabiendo que puedo irritarme.
Por eso, en este mundo de indiferentes, necesito de alguien que crea en esa cosa misteriosa, desacreditada y casi imposible: ¡ LA AMISTAD !
Que se obstine en ser leal, simple y justo.
Que no se vaya, si algún día pierdo mi oro y no pueda ser más la sensación de la fiesta.
Necesito de un amigo, que reciba con gratitud mi auxilio, mi mano extendida, aún cuándo eso sea muy poco para sus necesidades.
No pude elegir, a quienes me trajeron al mundo, pero puedo elegir a mi amigo.
En ésta búsqueda, empeño mi propia alma, pues con una amistad verdadera.
La vida se torna más simple, más rica y más bella.
Que escuche mis tristezas y desiertos con paciencia y aún cuándo no comprenda, respete mis sentimientos.
Necesito de alguien, que venga a luchar a mi lado sin ser llamado.
Alguien lo suficientemente amigo, cómo para decirme las verdades que no quiero oír, aún sabiendo que puedo irritarme.
Por eso, en este mundo de indiferentes, necesito de alguien que crea en esa cosa misteriosa, desacreditada y casi imposible: ¡ LA AMISTAD !
Que se obstine en ser leal, simple y justo.
Que no se vaya, si algún día pierdo mi oro y no pueda ser más la sensación de la fiesta.
Necesito de un amigo, que reciba con gratitud mi auxilio, mi mano extendida, aún cuándo eso sea muy poco para sus necesidades.
No pude elegir, a quienes me trajeron al mundo, pero puedo elegir a mi amigo.
En ésta búsqueda, empeño mi propia alma, pues con una amistad verdadera.
La vida se torna más simple, más rica y más bella.
Niño Viejo (a los niños de la calle)
Dame tu dolor, niño viejo,
que tus lágrimas rueden por mis mejillas
y el crujir de tu impotencia
sea mi tormento y no el tuyo;
Dame tu dolor, niño viejo,
que mi corazón sienta el frío
y la indiferencia de los demás,
y mis brazos robustos de adulto
aguanten tus penas y sufrimiento
en dulce crucifixión.
Dame tu dolor, niño viejo,
que mis espaldas carguen tu soledad
y tus gritos callados
revienten mi garganta.
Dame tu dolor, niño viejo,
que mis manos entreguen amor
y llenen tus manos vacías,
que mis risas sean las tuyas
y, cual pintor, mis pinceles den siempre
el color de una sonrisa
a tu tierno y serio rostro
de niño viejo.
que tus lágrimas rueden por mis mejillas
y el crujir de tu impotencia
sea mi tormento y no el tuyo;
Dame tu dolor, niño viejo,
que mi corazón sienta el frío
y la indiferencia de los demás,
y mis brazos robustos de adulto
aguanten tus penas y sufrimiento
en dulce crucifixión.
Dame tu dolor, niño viejo,
que mis espaldas carguen tu soledad
y tus gritos callados
revienten mi garganta.
Dame tu dolor, niño viejo,
que mis manos entreguen amor
y llenen tus manos vacías,
que mis risas sean las tuyas
y, cual pintor, mis pinceles den siempre
el color de una sonrisa
a tu tierno y serio rostro
de niño viejo.
Gladys Davalos Arze
lunes, 6 de diciembre de 2010
¿Donde está mi Koki??
No se si les habia contado, pero este año, a principios, el koki se juntó con su mamá... hicieron muy buenas migas y quiso irse a vivir con ella. Yo la conocí, y es una mujer trabajadora, pobre, pero me demostró que adora a su hijo, y que no pudo estar con él por fuerza mayor.
Yo estaba creando un proyecto de abandonar mi forma de vida, ya que la cuestión económica me quedó muy grande, y me fui a la punta del cerro. Accedí y el koki se fue a vivir con su mamá.
Ella vino a verme, y nos hicimos yunta y ambas nos unimos en apoyar al koki en su vida. (se lo presté)..
En abril del 2010 decidi partir con mi pareja y mis dos niñitas menores a Puerto Montt, a un lugar soñado que se llama Panitao, que queda a 20 minutos de Puerto Montt, hacia Calbuco. Con pena de dejar al koki, pero feliz porque habia encontrado trabajo, y a mis dos niños mayores, Camila y Martin, una porque esta en la Universidad y otro porque esta terminando cuarto medio en el colegio Notre Dame, que ha sido su colegio toda la vida.
He estado en contacto, via celular con el koki, hasta mas o menos octubre, que le perdi la pista. Asustada, me comuniqué con mi amiga Nancy, que trabajaba conmigo en las caletas, y ella tampoco sabía nada. Llamé varias veces, pero no pude comunicarme.
Con motivo de la graduación de mi hijo Martin, hoy estoy en Santiago. El dia miércoles andaba por el centro, y como el koki me habia contado que estaba trabajando en la remodelación de la Pergola, en mapocho, decidí ir a buscarlo, suplicandole a Dios, encontrarlo.
Entré patudamente a la tremenda obra que estan haciendo, y un señor asi como jefe, con transmisor en mano y casco y todo eso, me paro y me preguntó a quien buscaba. Le dije el nombre del Koki, y le conté que trabajaba cortando fierros. Muy amable el señor, me dijo que iba a contactar a su supervisor y que esperara en la puerta. Al ratito llegó el supervisor, y me dijo que ese trabajador no iba hacia tiempo. Pucha, donde está el Koki??? me asusté... Pero luego el me dijo que si era un moreno flaco y alto, yo le dije que no, que era gordito y bajo... y que se llamaba Jorge Valdés.. lo pensó un rato, y me dijo que estaba equivocado, que ese era su ASISTENTE, y que estaba trabajando... me dijo este gallo es muy trabajador, se va a llevar todo el mes, no ha faltado ni un dia.
Me volvió el alma al cuerpo, ese era mi Koki, le dije que era un niño de la calle, que había vivido bajo el Mapocho que estaba cortando unos fierros que le habían pedido urgente, pero que lo traía..
Yo lo espero todo lo que sea necesario... le dije, y me senté en la vereda, dichosa a esperar a mi Koki.
Pasó un buen rato, en que yo me distraje conversando con un viejito de la calle, que me retaba por ser de la concertación y de la Bachelet, y tiraba pestes al Piñera... De pronto, sale el Koki por la puerta, con su camisa de constructor y su casco, sucio como un "surrón de pegatina", y corro a abrazarlo.
Que maravilla, que felicidad!! Mi niño estaba bien, todo un trabajador y feliz de volver a ver a su tía loca.
El Koki es grande, es un gallo chorísimo, cumplió 21 años, trabajador, le dió pega a su padre en esa construcción, y vive con su madre pagandole el arriendo de la casa, y ayudandole con sus hermanas.
Vino a la casa donde alojo, la casa de mis dos niños, se juntaron felices con el Martin, mi hijo, su hermano de pieza durante cuatro años, los tres dormimos siesta, y se echaron una pelota que compré, tal como lo hacían antes.
Estoy feliz, el Koki es un niño más que rehabilitado, ya es un hombre, responsable y cariñoso. GRACIAS A DIOS.
Yo estaba creando un proyecto de abandonar mi forma de vida, ya que la cuestión económica me quedó muy grande, y me fui a la punta del cerro. Accedí y el koki se fue a vivir con su mamá.
Ella vino a verme, y nos hicimos yunta y ambas nos unimos en apoyar al koki en su vida. (se lo presté)..
En abril del 2010 decidi partir con mi pareja y mis dos niñitas menores a Puerto Montt, a un lugar soñado que se llama Panitao, que queda a 20 minutos de Puerto Montt, hacia Calbuco. Con pena de dejar al koki, pero feliz porque habia encontrado trabajo, y a mis dos niños mayores, Camila y Martin, una porque esta en la Universidad y otro porque esta terminando cuarto medio en el colegio Notre Dame, que ha sido su colegio toda la vida.
He estado en contacto, via celular con el koki, hasta mas o menos octubre, que le perdi la pista. Asustada, me comuniqué con mi amiga Nancy, que trabajaba conmigo en las caletas, y ella tampoco sabía nada. Llamé varias veces, pero no pude comunicarme.
Con motivo de la graduación de mi hijo Martin, hoy estoy en Santiago. El dia miércoles andaba por el centro, y como el koki me habia contado que estaba trabajando en la remodelación de la Pergola, en mapocho, decidí ir a buscarlo, suplicandole a Dios, encontrarlo.
Entré patudamente a la tremenda obra que estan haciendo, y un señor asi como jefe, con transmisor en mano y casco y todo eso, me paro y me preguntó a quien buscaba. Le dije el nombre del Koki, y le conté que trabajaba cortando fierros. Muy amable el señor, me dijo que iba a contactar a su supervisor y que esperara en la puerta. Al ratito llegó el supervisor, y me dijo que ese trabajador no iba hacia tiempo. Pucha, donde está el Koki??? me asusté... Pero luego el me dijo que si era un moreno flaco y alto, yo le dije que no, que era gordito y bajo... y que se llamaba Jorge Valdés.. lo pensó un rato, y me dijo que estaba equivocado, que ese era su ASISTENTE, y que estaba trabajando... me dijo este gallo es muy trabajador, se va a llevar todo el mes, no ha faltado ni un dia.
Me volvió el alma al cuerpo, ese era mi Koki, le dije que era un niño de la calle, que había vivido bajo el Mapocho que estaba cortando unos fierros que le habían pedido urgente, pero que lo traía..
Yo lo espero todo lo que sea necesario... le dije, y me senté en la vereda, dichosa a esperar a mi Koki.
Pasó un buen rato, en que yo me distraje conversando con un viejito de la calle, que me retaba por ser de la concertación y de la Bachelet, y tiraba pestes al Piñera... De pronto, sale el Koki por la puerta, con su camisa de constructor y su casco, sucio como un "surrón de pegatina", y corro a abrazarlo.
Que maravilla, que felicidad!! Mi niño estaba bien, todo un trabajador y feliz de volver a ver a su tía loca.
El Koki es grande, es un gallo chorísimo, cumplió 21 años, trabajador, le dió pega a su padre en esa construcción, y vive con su madre pagandole el arriendo de la casa, y ayudandole con sus hermanas.
Vino a la casa donde alojo, la casa de mis dos niños, se juntaron felices con el Martin, mi hijo, su hermano de pieza durante cuatro años, los tres dormimos siesta, y se echaron una pelota que compré, tal como lo hacían antes.
Estoy feliz, el Koki es un niño más que rehabilitado, ya es un hombre, responsable y cariñoso. GRACIAS A DIOS.
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