viernes, 1 de abril de 2011

Niño Viejo (a los niños de la calle)

Dame tu dolor, niño viejo,
que tus lágrimas rueden por mis mejillas
y el crujir de tu impotencia
sea mi tormento y no el tuyo;

Dame tu dolor, niño viejo,

que mi corazón sienta el frío
y la indiferencia de los demás,
y mis brazos robustos de adulto
aguanten tus penas y sufrimiento
en dulce crucifixión.

Dame tu dolor, niño viejo,

que mis espaldas carguen tu soledad
y tus gritos callados
revienten mi garganta.

Dame tu dolor, niño viejo,

que mis manos entreguen amor
y llenen tus manos vacías,
que mis risas sean las tuyas
y, cual pintor, mis pinceles den siempre
el color de una sonrisa
a tu tierno y serio rostro
de niño viejo.

Gladys Davalos Arze

No hay comentarios:

Publicar un comentario